En 2002 se recuperó, tras 38 años de espera, la antigua tradición de elaborar la cerveza Gouden Carolus Christmas y tuvo una acogida a la altura de esta cerveza excepcional. Elaborada a finales de agosto, esta cerveza se conserva tumbada durante varios meses hasta alcanzar su óptimo equilibrio gustativo.
Una vez vertida, la Gouden Carolus revela su magnífico color rojo rubí más bien oscuro. En nariz es fuerte, dulce e intensamente especiada. Recordemos que seis especias entran en su composición: nuez moscada, anís, cilantro, clavo de olor, jengibre y una pizca de piel de naranja.
Este buqué aromático nos traslada directos a la Navidad. Una vez en el paladar nos depara un sabor nuevo a cada sorbo. Percibimos abundancia de maltas que recuerdan a la cebada, la melaza y la uva. Completan estos sabores las notas afrutadas a higos, dátiles y ciruelas.
Esta cerveza de Navidad es más bien espesa y deja un regusto apreciable.
El uso de tres variedades de lúpulo y de seis especias excepcionales en distintas fases de la elaboración convierten a esta cerveza en una bebida de categoría única. Por eso no sorprende que en 2004 obtuviera el Silver Award en la categoría de Belgian Style Dark Strong Ale en la World Beer Cup celebrada en San Diego (EE. UU.).
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